¡La naturaleza es nuestra mayor preocupación! Preservar, tratar la tierra con técnicas ancestrales, respetar las estaciones del año y los ciclos productivos, reducir recursos y promover la autosuficiencia, respetando las buenas prácticas y la sostenibilidad ambiental, son nuestras principales líneas conductoras. Nuestras casas nacieron de este intento, pero siempre con el enfoque en la comodidad de nuestros huéspedes. Toda la granja se beneficia del uso de energía renovable para la generación de electricidad y el calentamiento de agua. El tanque de ocio utiliza el sistema UV-C, un tratamiento que no agrega productos químicos al agua. El reciclaje y el compostaje son otra buena práctica común.

En la decoración de las casas, la mayoría de los muebles antiguos y tradicionales, restaurados o reciclados, se utilizaron para adaptarse mejor a un entorno contemporáneo. La huerta ofrece frutos de la época, que pueden ser saboreados en el desayuno con yogur natural o tipo "griego", producido al sol. Irresistible también es el pan, calentito, recién hecho en el horno a leña.

Los excedentes de frutas y verduras se transforman en mermeladas y sus pectinas, mermelada, deshidratados (ciruelas e higos), licores, chutney (salsa para carne, a partir de una variedad de ciruelas), pimentón (de pimientos), tomate en conserva. La lavanda, aromatizante natural, se transforma en “rocas” que se acurrucan en los cajones y armarios. De las variedades João Pires y aragonés, se produce vino tinto y, posteriormente, se destila aguardiente para la preparación de los licores. La aceituna se sazona para acompañar las comidas durante todo el año y se muele para extraer el aceite. De los residuos del aceite también hacemos jabón artesanal. ¡Todo de producción propia!

La Casa de los Olivos

Con un balcón con vista privilegiada a las cumbres de Castelo de Vide, invita a la tarde de lectura o a la contemplación del paisaje. Durante la noche se observan las estrellas, sobre la copa de un olivo, que pretende brindarnos con su follaje de un verde seco mediterráneo. La comodidad es la nota dominante, en una armonía entre lo rústico y lo moderno.

La casa del Alcornoque

De ventanas rasgadas sobre la“su” árbol, tiene un aura de magia, ya que el alcornoque parece crecer dentro de la casa. Por la noche, las lámparas en el suelo confieren nuevos planos al espacio y una visión trascendental de la arquitectura en comunión con el medio natural. El área de esta casa ocupa sólo la planta baja, siendo un espacio organizado y pensado también para quien tiene movilidad condicionada.

La casa de la Higuera

Una gran piedra se asume como pieza escultórica y central. La casa aceptó y exhibe esta obra natural como elemento decorativo del espacio, en una oda a la naturaleza. Afuera, en verano, las enormes hojas de la higuera esconden el aroma dulce de los higos, en invierno, se despiden de las ramas para que el sol caliente la fachada.